Meditar es un sistema para ponerse en contacto con lo más profundo de uno mismo.
Y eso tiene una serie de consecuencias concretas en nuestro cuerpo físico, en nuestras emociones, en nuestra mente, en nuestra actuación hacia la sociedad y en lo que llamamos nuestra evolución.
Por eso, según el enfoque que le des a la meditación puedes encontrarte definiciones diferentes.
Por ejemplo, para alguien enfocado en los negocios y el éxito, la meditación es la técnica que le permite relajarse profundamente, alejar el estrés y aclarar la mente para conseguir mejor sus objetivos profesionales.
Para alguien enfocado en el crecimiento espiritual, la meditación es la técnica que le permite entrar en un estado de conexión profunda con su Yo espiritual e ir comprendiendo el Universo y nuestro lugar en él.
Aunque parezcan muy alejadas una de la otra, las dos definiciones son totalmente válidas, poorque la meditación es una técnica que permite orientar sus resultados hacia donde uno desee. De hecho, la meditación ayuda a conseguir los propios objetivos, sean de cariz material o espiritual. El objetivo para el que se medita es quien señala los resultados que se obtendrán.
De hecho, la meditación no es necesariamente espiritual.
Si uno desea usarla para una vía de crecimiento personal y espiritual le puede ser de gran ayuda pero si solo quieres mejorar en el trabajo también te ayudará muchísimo.