Existen técnicas que, según dicen, equilibran los 72 centros, pero, arriesgándonos a que nos crucifiquen deberíamos decir que en ellas hay que hacer un gran acto de fe, dado que no se puede notar nada en sus efectos prácticos.

Si ya tenemos dificultades para usar correctamente las energías de los Centros tradicionales, y a muchas personas les cuesta simplemente pensar en el amor incondicional (por poner un ejemplo sencillo) cómo vamos a entender de qué va la energía del Centro 48 o 60 o 72.
Y ¿cómo van a afectar las energías de dichos Centros a nuestra vida cotidiana?.
¿De qué va a servir que nos “sanen” el Centro 14 si todavía no sabemos convivir con nuestra autoestima sin pasarnos a los extremos de baja autoestima o de orgullo?.

Es por ello que nosotros no negamos la existencia de más Centros de los que trabajamos sino que, por puro pragmatismo, recomendamos dedicarse a entender y trabajar con los 7 Centros Mayores y dejar para mas adelante en la evolución, cuando ya tengamos estos Centros un poco mejor entendidos y seamos más sensibles a otras energías más elevadas (de verdad, no teóricamente) el estudio de los siguientes Centros.

Una vez aclarado el tema de los 72 Centros, vamos a aclarar el número de 12 que a veces se ha indicado.
Es, también, un número correcto; es cierto que tenemos 12 Centros en nuestro cuerpo etérico o vital.
Lo que ocurre es que no está en contradicción con el número 7 y tampoco es que sean otros que esos 7 Centros Mayores ya conocidos.

La realidad es que hay 6 Centros Mayores dobles, lo cual nos lleva al número de 12 Centros Mayores.